martes, 29 de diciembre de 2015

Adiós a un gigante

Compartimos estas palabras de un compañero de nuestra sociedad de resistencia, y gran amigo:

  El día 26 de diciembre dejó de respirar el gran compañero anarquista Irvin Máximo Ottenheimer. Quiénes lo conocieron sabrán el vació que su ausencia deja, en un mundo como este, una persona como Irvin, un revolucionario real, era una antorcha en medio de la noche, un maestro, antes que nada un maestro de la vida. Cuando le preguntaban qué hacía falta para realizar el anarquismo simplemente respondía “ética”, mucho no exigía, simplemente que actuáramos responsablemente siguiendo los mandatos del corazón.


   De oficio plomero y de conciencia anarquista, su vida estuvo dedicada a hacer de este mundo un lugar digno de ser vivido y para ello se comprometió con la lucha de los obreros anarquistas para quiénes luchar nunca significo una actividad sencilla y carente de riesgos y sacrificios… la dura tarea de acabar con la injusticia llevada a cabo con todo el empeño que requiere. Repito: se fue un revolucionario de verdad.
Un revolucionario que hasta sus últimos días siguió de cerca los avatares de la lucha social participando de las actividades de la Biblioteca Anarquista Guliay-Polié de la ciudad de La Plata de la cual fue su gran impulsor junto con su compañera Ana María Tejo, también anarquista de toda la vida. Irvin y Ana María resistieron las dictaduras militares y enfrentaron las democracias burguesas desde sus lugares de trabajo, fortaleciendo a la F.O.R.A., impulsando la creación de nuevos sindicatos y participando de los debates anarquistas a escala mundial. Eran la historia viva, de las pocas personas que entregaron su vida a la historia de la humanidad. Cargados de una humildad admirable, rara vez aludían a su vida personal, enseñaban permanentemente, enseñaban la historia de los de abajo, las historias ocultas, la historia del anarquismo. Pero sobre todo enseñaban con el ejemplo. Ambos nacieron y crecieron en familias anarquistas y sostuvieron ese ideal y su lucha hasta su último pensamiento. Cuando Irvin era trasladado en la ambulancia hace unos días cantaba alegre y orgulloso el himno “Hijos del Pueblo”.
Se fué un gigante… un luchador que se esforzó siempre … un obrero revolucionario no un intelectual… una persona de mente abierta…una flor para el pueblo…una piedra para la burguesía… un amigo de los justos… un ejemplo de vida…. Gracias Irvin por todo lo compartido…siempre te vamos a recordar y como bien supiste, un día el pueblo acabará con la opresión… y ese día los luchadores como vos y Ana María serán los héroes recordados… cuando se cuente la verdadera historia de la humanidad.
Si algo no pudiste soportar fue la pérdida de tu compañera…. y ésa es tu última enseñanza: el amor es la vida. Hasta siempre Irvin, nos vemos en la asamblea y la barricada:


¡Viva la anarquía!
¡Viva Irvin Ottenheimer!

         

en este vídeo donde se ve a Irvin contando anécdotas de los compañeros anarquistas, obreros y expropiadores con los que luchó:
https://www.youtube.com/watch?v=7ypRmpy7-QE